El Agresor
Aunque el acosador escolar no tiene por qué padecer ninguna
enfermedad mental o trastorno de la personalidad grave, presenta normalmente
algún tipo de psicopatología. Fundamentalmente, presenta ausencia de empatía y
algún tipo de distorsión cognitiva.
La carencia de empatía explica su incapacidad para ponerse
en el lugar del acosado y ser insensible al sufrimiento de este.
La presencia de distorsiones cognitivas tienen que ver con
el hecho de que su interpretación de la realidad suele eludir la evidencia de
los hechos y suele comportar una delegación de responsabilidades en otras
personas. Así, normalmente responsabiliza de su acción acosadora a la víctima,
que le habría molestado o desafiado previamente, con lo que no refleja ningún
tipo de remordimiento respecto de su conducta (los datos indican que,
aproximadamente, un 70% de los acosadores responden a este perfil).
La psicología actual, por otra parte, identifica en los
acosadores escolares la existencia probable de una educación familiar permisiva
que les puede haber llevado a no interiorizar suficientemente bien el principio
de realidad: los derechos de uno deben armonizarse con los de los demás. La consecuencia
es la dificultad para ponerse en el lugar del otro por una carencia de
altruismo vinculada a un ego que crece a costa de los demás, meros instrumentos
a su servicio, y que tiene un umbral de frustración muy bajo. Algunos autores
denominan a este tipo de niño como niño tirano.
El entorno escolar
Se puede dar el caso de que la ausencia en clase (o, en
general, en el centro educativo) de un clima adecuado de convivencia pueda
favorecer la aparición del acoso escolar. La responsabilidad al respecto oscila
entre la figura de unos profesores que no han recibido una formación específica
en cuestiones de intermediación en situaciones escolares conflictiva, y la
disminución de su perfil de autoridad dentro de la sociedad actual.
La televisión
El mensaje implícito de determinados programas televisivos
de consumo frecuente entre adolescentes que exponen un modelo de proyecto vital
que busca la aspiración a todo sin renunciar a nada para conseguirlo, siempre y
cuando eso no signifique esforzarse o grandes trabajos, constituye otro factor
de riesgo para determinados individuos.
Los expertos han llegado también a la conclusión de que la
violencia en los medios de comunicación tiene efectos sobre la violencia real,
sobre todo entre niños.[cita requerida] Se discute, no obstante, el tipo de
efectos y su grado: si se da una imitación indiscriminada, si se da un efecto
insensibilizador, si se crea una imagen de la realidad en la que se hiperboliza
la incidencia de la violencia, etc.
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